Intercambio de saberes con parteras tradicionales en la Sierra Nevada de Santa Marta , Colombia.
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Diario de una Gineco-obstetra: Aligerando mi equipaje

Cuando  salimos de nuestra zona de confort,  y exploramos otras realidades, nos damos cuenta que la que vivimos, no es necesariamente la única que existe…

Como  Gineco-obstetra, durante muchos años, la única realidad que concebí frente al nacimiento, fue la del  parto institucional.Cuando  salimos de nuestra zona de confort,  y exploramos otras realidades,  nos damos cuenta  que la que vivimos, no  es necesariamente la única  que existe. Jamás hice totalmente consciente el hecho de que los seres humanos también podemos llegar a este mundo en la profundidad de la selva,  en la cima de una montaña, o en la sala de una casa de una convulsionada ciudad.

Mi vocación, es la de asistir nacimientos hospitalarios, porque es allí donde  personalmente me siento tranquila, aunque no siempre me sienta cómoda.  Pero es mi misión de vida por elección.  Agradezco infinitamente las enseñanzas aprendidas durante mi formación académica,  porque sin ellas, no sería hoy quien soy.  Gracias a ellas, he podido realizar intervenciones médicas durante el parto cuando ha sido necesario, y he podido navegar en las turbulentas  aguas  de una complicación, cuando ocasionalmente se presenta. Honro a mis maestros, a mis colegas y a mi profesión. Y honro también a  todas las mujeres que me han elegido como acompañante en su nacimiento hacia la maternidad. Todas ellas me han marcado un camino. Han sido, y seguirán siendo, mis principales maestras en este transitar, en medio de aciertos y desaciertos.

Tras estas reflexiones hice una pausa en mi camino. Aligeré mi  equipaje liberándolo de cargas innecesarias, para con humildad darme el permiso de aprender y desaprender a través de  diferentes fuentes. Fue así como Parteras nacionales, Matronas profesionales extranjeras, Doulas,  y profesoras de Yoga Prenatal, empezaron a «vaciar mi mochila» de todas aquellas cosas que  me pesaban,  y la llenaron de sueños y de «antiguos» saberes, que son vigentes hoy  , y que además coinciden con las recomendaciones de la evidencia científica actual. El conocimiento es universal. Infinitas gracias a todas ellas,  porque tocaron mi alma y mi esencia.  Han hecho  parte de un camino de transformación que aún no termino de recorrer…

 

 



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